Enero 2015 – 29/1/2015
enero 29, 2015
Circular Mensual Febrero 2015
febrero 27, 2015

La alta tensión generada en el arrollamiento secundario de la bobina de encendido, produce el arco eléctrico (chispa) entre los electrodos de las bujías.
Antiguamente se instalaban resistores en los cables de encendido o terminales supresivos en las bujías para evitar molestos ruidos en las radios de los vehículos. Hoy, hay que proteger los sistemas electrónicos.
La fabricación de nuevos sistemas de encendido que generen potentes chispas es un objetivo importante para iniciar la combustión de mezclas pobres, pero trae como consecuencia la creación de importantes campos electromagnéticos.

Estas interferencias Electromagnéticas (EMI) y de radiofrecuencia (RFI) pueden ser captados por los sistemas electrónicos, provocando su mal funcionamiento.
Para atenuar las interferencias en los propios vehículos, los fabricantes de estos componentes han desarrollado bujías con resistor (resistencia), cables de alta tensión resistivos, rotores con resistor, pantallas electromagnéticas, etc. sin perjudicar su conductibilidad.
Los valores de las distintas resistencias instaladas en el recorrido de la alta tensión, deben estar construidos de manera de evitar:

A) Fallas en el encendido que perjudicarían el buen funcionamiento del motor,

B) La disminución de la vida útil de catalizador, por llegar a éste, gasolina sin quemar.

Los valores de los resistores deben ser controlados periódicamente y si fueran diferentes a lo indicado, deben ser reemplazados.

Tapa del distribuidor y rotor con resistor

Ambos elementos son construidos de material epoxi que es muy buen aislante, soporta mayores temperaturas y evita fugas de alta tensión. El valor del resistor (resistencia) que tiene instalado el rotor – cuando son originales – está estampado en su exterior.
El valor del resistor varía entre 0,9 a 6,0 kΩ.

Cuando el rotor gira dentro de la tapa del distribuidor, reparte la alta tensión generada en la bobina de encendido, saltando el espacio que exista entre su punta conductora y el terminal interior de la tapa.
Es importante señalar que ese primer salto de alta tensión se realiza a presión atmosférica y a bajas temperaturas, en relación al que se produce en entre los electrodos de la bujía.
Esas chispas provocan desprendimientos de los materiales de la punta del rotor y de los terminales de la tapa, por lo tanto, con el incremento de la distancia, aumenta el valor de la alta tensión y por consiguiente se incrementa la radio frecuencia.
Los rotores se recomiendan sustituirlos cada 30.000 km.
No se debe retirar el blindaje de las tapas del distribuidor y se debe controlar su correcta conexión a masa (–).

Cables de alta tensión

Con la misma finalidad que el resistor instalado en el rotor, los cables que conducen la alta tensión a las bujías son construidos con distintos materiales resistivos.
Generalmente, tienen como mínimo dos capas de material aislante de caucho y silicona, que aseguran un aislamiento sin fugas de corriente.

Para atenuar las interferencias hay varios tipos:

1 – Los cables que conducen la alta tensión que son fabricados con un núcleo bobinado (“espiralado”) con un hilo compuesto por una aleación de cromo/níquel y terminales resistivos. Se obtiene de esta forma una resistencia de 2200 Ω por metro lineal de cable, que le otorga la capacidad de eliminar interferencias electromagnéticas y de radiofrecuencia.
El conductor es recubierto por una doble capa de aislante inorgánico hasta un diámetro final de 8 mm. El resistor está instalado dentro de los terminales que conectan con las bujías y con las torres de la tapa del distribuidor y de la bobina. Generalmente los valores del resistor están grabados en los terminales, cuando el cable es original.

2 – En los cables supresivos, el resistor forma parte del mismo cable, es decir que se encuentra a lo largo y su resistencia depende de su longitud. El valor recomendado de su resistencia es de 6 a 10 kΩ/m. Generalmente su núcleo es de fibras recubiertas de carbón y aumentan su resistencia en su vida útil que es de aproximadamente 40.000 km. Otros cables de alta tensión son fabricados a partir de un núcleo de fibra de vidrio y filamentos de Kevlar para otorgarle una mayor resistencia mecánica.

3 – También se fabrican conductores de alta tensión que soporten elevadas temperaturas y en estos, el núcleo central es recubierto por una doble capa de aislante inorgánico y encima una capa de recubrimiento orgánico, que le otorga excelentes características de flexibilidad y resistencia mecánica a elevadas temperaturas.
Este diseño combina dos aspectos que se dan normalmente por separado, la capacidad de eliminar las interferencias electromagnéticas (EMI) y las interferencias de radiofrecuencia (RFI).

4 – Para aplicaciones especiales se fabrican otros cables de alta tensión como se muestran en las figuras A y B.

Bujías resistivas

Insertado en serie en el electrodo central se encuentra el resistor (resistencia), el cual, también tiene como función atenuar las interferencias electromagnéticas.
Normalmente las bujías se las identifica por una letra R en su código de identificación y su valor varía aproximadamente entre 5 y 6 kΩ según sea su fabricante.

Las interferencias electromagnéticas (EMI) son fácilmente visibles en la pantalla de un televisor. Basta tener un aparato cerca de una ventana que da a la calle y tener sintonizado un canal de aire, cada vez que pasa una moto se verán rayas o franjas, distorsionando la imagen.
Este es un caso típico interferencias por radiación, producido por el sistema de encendido, que en el caso de la moto no está apantallado como lo hace la carrocería metálica de un auto.
En el caso particular de los vehículos son una verdadera “fabrica de interferencias”. A los efectos de proteger los equipos electrónicos que se encuentran en ellos, hay dos posibilidades para atenuar y/o protegerlos de las interferencias electromagnéticas:

Instalando filtros pasa – bajos y pasa – altos; o efectuando un blindaje al componente.

Atenuar las fuentes de emisiones electromagnéticas.

Cuadro que muestra como se desarrollan las interferencias tomando en consideración la intensidad del campo electromagnético en decibeles (dB) y la frecuencia en mega hertz (Mhz).